martes, 5 de octubre de 2010

Jauria Sicarií

Aquí se mata porque se puede, porque no pasa nada, no hay carcel ni remordimientos ni averiguaciones previas. Aquí señores, hay un cuerpo sin vida pero no le importa a nadie. Se dispara porque es sustento, adrenalina y poder. Se rafaguea porque a la luz del incendio hierve la sangre y la vida vale lo que las cenizas. Se avanza en este valle de muerte porque la furia viene de adentro, tan milenaria como el hambre, porque el dinero refulge y es necesario saciar deseos primarios: asesinar y poseer.



Aquí se mata porque el hombre estorba al hombre y urge bañarse de sangre, sentir el poder que Dios nos habia hecho creer que no era nuestro: decidir sobre otra vida, con quijadas en el origen, con kalashnikovs ahora.



Estirpe de Caín: Jauria Sicarií.



Gerardo Esparza