jueves, 29 de abril de 2010

miércoles, 28 de abril de 2010

Interludio

No sabes como me duele tener que verla así: Tirada a la basura si era todo para mí. Cuando la conocí; supe que era la indicada, logré conquistarla, me encantaba verla y escucharla, juntos por siempre, pensé que así sería.
Pero estaba equivocado por que ella no podía: Me engañaba cada rato pero siempre regresaba; antes nunca me mentía y ahora no le creo nada. Mi dama se junta con puras malas amistades: Pandilleros, farsantes y hasta con narcotraficantes. Le gustan con tatuajes y jerséis de baloncesto, autos nuevos con rines y que en ella gasten dinero. Ya se echó a perder por hacerlo con cualquiera, se quemó con todo el mundo y ahora nadie la respeta.
Yo quiero rescatarla: Es mi único amor, no hablo de una nena, estoy hablando de hip hop.

Tanke One

Pienso lo mismo, pero la última línea debería decir: Estoy hablando de Literatura.

domingo, 25 de abril de 2010

Zenzontla

Arrepentirse...de nada.
El tiempo se acaba.
Y aun siento, lo sé por que tengo frió.
Sonia Santillán Contreras

Experimentó la paz de los vencidos, y salió.
Elmer Mendoza


Bebe de a poco, con calma, sorbo a sorbo va pensando en ella, en su cuerpo que es lumbre, en su necesidad de apaciguar los ardientes tizones que son sus piernas. El licor sosiega la necesidad de ir a buscarla, gritar lo que piensa, lo que quiere. El eco del viento y la noche estremecen su cabeza. La mujer ajena también.

Parsimonioso se levanta del comedor. Se escucha por toda la casa su caminar farragoso; el rumor de los muertos retumba en este vacío. El comedor es un islote ante la ausencia de muebles. Una vela, un ilógico faro que no guía a ningún lugar. Sirve un trago más. El licor recorre la garganta: cae de golpe al estómago, a los pensamientos.

Piensa en ella. Piensa en su hermano, en lo irracional de la idea: caminar días bajo el sol de marzo para pedir un milagro, una cura. Dormir a la deriva del camino, a lado de ella, buscando su calor para después seguir caminando sin calma y llegar a donde la virgen.

Inútil y ridícula idea. No, no duda del poder milagroso de la virgen; duda de la fuerza de su hermano llagoso, enfermo: un bulto. Él no lo cargara durante tanto tiempo, tantos días entre páramos absurdos.

Vuelve al comedor. Las sombras van poblando su casa, su mente. Un trago más. El tercero. Bebe con ansia. Vista nublada, temperamento melancólico. Va al espejo. Reflejo repleto de oscuridad, deforme, pesado. Se agolpan milenios en la mirada de Caín que le devuelven sus ojos.

No, no irá; no servirá de animal de carga, de buen samaritano. Ya no. Ha estado a su lado desde las ampollas moradas. Estuvo ahí cuando las ampollas se convirtieron en llagas por donde solo salía pus. Cuando las àmpulas escurrían dolor. No, no caminará ni hará caminar al achacoso de su hermano. No resistiría. No merece morir así, a mitad de la nada. Que ella acepte caminar días con sus noches lo entiende. Aún es la mujer de su hermano. Aún.

Piensa en ella. Piensa en Natalia, en su cuerpo que es lumbre. Piensa en él: no accederá al fratricidio de caminar en busca de un milagro.

Último trago. La botella: vacía; la luz: ausente. Los pensamientos de a poco también se van.

La noche invade todo. Botella se quiebra. Reflejo de frío metal. Toma su pistola. Corta cartucho. No irá a Talpa.


Gerardo Esparza

martes, 20 de abril de 2010

La Mochila de Mariana

En una escuela como cualquier otra…

Mariana esta atenta a la maestra y sin darse cuenta comienza a morder a su lápiz.

Ella nos maltrata todo el tiempo: nos muerde, estruja, tachona, rayona… Esta situación debe cambiar, debe tratarnos como sus iguales.
Estamos para ayudar en su aprendizaje, somos herramientas para que ella desarrolle todas sus capacidades. No debería tratarnos mal. No es justo Merecemos trato de iguales. Respeto para todos

Para Mariana todo parece normal. Puso su cuaderno sobre el pupitre y comenzó rayar, borrar y maltratar a sus útiles escolares.

De pronto el cuaderno comienza cambiar de página, la pluma no chorrea tinta y el borrador se ha escondido en el rincón mas oscuro de la mochila que poco a poco comienza a moverse de su lugar.
Los útiles se han puesto en huelga.

Mariana no tiene idea del porque sus útiles se comportan de tan extraña manera.

Los colores dudan que su huelga se solucione pronto, porque Mariana no sabe qué pasa. Piden una reunión urgente.

En la asamblea de útiles escolares se decide dejarle recados a Mariana, para que ella los descifre y pueda dejar de tratarlos mal.

Mariana descubre en su libreta un mensaje: “Las mordidas lastiman” “¿morderías a tus amigas?”
Mariana voltea a todos lados, buscando una respuesta. Descubre a su mochila alejada de su lugar.

Han pasado ya tres días desde que la huelga de brazos caídos comenzó y Mariana comienza a entender. Antes pidió favores a sus compañeros: lápices prestados, hojas blancas, leer de cerca otro libro, pero cuando esto sucede, los útiles escolares de sus compañeros en signo de solidaridad tampoco funcionaban. Ahora sabe que es su responsabilidad.

Hoy Mariana comenzó a tratar bien a sus útiles. No muerde a su lápiz, no raya sin sentido su cuaderno, ni malgasta su borrador. El sacapuntas pide que se levante la huelga.

La junta la preside la pluma azul. El alboroto comienza y existen algunas voces que insisten es seguir la huelga. Otros creen que ya aprendió. Votan para decidir que hacer. La elección es muy cerrada y el lápiz es el último; su voto decide qué harán. Él, que ha sido quien peor la ha pasado, decide levantar a huelga y darle una oportunidad.

Los útiles de la mochila de Mariana están felices de que ahora serán tratados con equidad.
Mariana se sorprende al ver que todo funciona normalmente. Ya no pasa nada extraño. Comienza de nuevo a morder su lápiz, pero repentinamente deja de hacerlo. Se queda cabizbaja y en silencio le susurra al lápiz que no lo volverá a hacer.

Gerardo Esparza

viernes, 16 de abril de 2010

Away we go


De una belleza brutal, simple, ácida y enternecedora.

martes, 13 de abril de 2010

A Dieta

Desayuno
(1) Quesadillas 3 pzas tortilla de maíz con poco queso, 2 cdas de frijoles fritos
1tza de yogur bebible, té sin azúcar
(2) ½ tza de cereal de hojuelas de maíz, con 1 tza de leche descremada,
½ mollete con frijoles guisados y queso. Té sin azúcar.
(3) 2 huevos fritos con 1 cdta de aceite, ½ tza frijoles cocidos, 1 pza de bolillo sin migajón
1 tza de leche descremada, té o café sin azúcar.
(4) 1 ½ pzas de sándwich de jamón 2 reb, con poca verdura, 1 cda de crema
1 tza de leche descremada,
Colación matutina
(1) ½ tza de gelatina
(2) 1 paleta de agua
(3) 2 dulces
Comida
(1) ½ tza de arroz cocinado con poca grasa, 80 g de pollo a la plancha, ½ zanahoria, ½ calabacita salteadas con 1cda de margarina,
1 ½ tortillas
Agua fresca, con poca azúcar toda la que guste.
(2) ½ tza de pasta cocinada sin grasa, un filete de res de 80g cocinado con 1 tza de verdura (menos papa), y 2 cdtas de aceite.
1 ½ pzas de tortillas
Agua al gusto con poca azúcar
(3) un filete de pescado de 90g, a la plancha, 2 tza de ensalada de lechuga
1 tostadas deshidratada, ½ tza de arroz, agua al gusto con poca azúcar.
(4) Una pechuga de pollo sin piel de 80g, cocinada con ejote, champiñones, calabacita, con ½ tza de sopa de fideo,
½ bolillo si migajón. Agua al gusto sin azúcar.
(5) Picadillo de res ( carne molida o de falda, con verdura picada ) 1 tza sin jugo, con ½ tza de arroz y 2 tortillas
Agua al gusto sin azúcar.
Colación vespertina
Selecciona una opción (2 naranjas, 2 tza sandia, 1 tza melón, 2 manzanas, 1 pera)
Selecciona una opción (1 yogur bebible, 1 danonino,)

Cena
(1) 1 pza de hot dog con salchicha, poca crema, y verdura, ½ pza chayote precocido, te o café con 1 cdta de azúcar
(2) 1 pza de sándwich con 2 reb de jamón de pavo, con poca crema o mayonesa, pan integral. Te o café con 1 cdta de azúcar,
(3) 2 quesadillas con ensalada de lechuga, jitomate y aguacate , ½ tza de jugo comercial, té o café sin azúcar.
(4) 2 tacos de carne con verdura (con poca grasa puede ser de asada o carnaza) ensalada de lechuga 1 tza, té o café con 1 cdta de azúcar.


Licenciada en Nutrición Citlali Alejandrina Rico Camacho.

sábado, 10 de abril de 2010

I love la narcocultura: Heriberto Yépez

La revista Proceso publicó una entrevista que Julio Scherer García realizó a uno de los narcotraficantes arquetípicos de México: Ismael “El Mayo” Zambada.

Hace algunos años hablé con el máximo escritor de Tijuana, Jesús Blancornelas, fundador del semanario Zeta. Uno de los temas que tocamos fue la seducción de la frontera hacia el narco. No olvidaré nunca su cara cuando le pregunté si él no se sentía, involuntariamente, el cronista oficial del Cártel de Tijuana.

Como muchos, respeto a Scherer. Pero si uno lee su entrevista algo resalta: quedó seducido por el narco. La portada habla por sí misma. Amor a primera vista.

Scherer habla del narco “como un imán irresistible y despiadado que persigue el dinero, el poder, los yates, los aviones, las mujeres propias y ajenas con las residencias y los edificios, las joyas como cuentas de colores para jugar, el impulso brutal que lleve a la cúspide”.

México está fascinado por el narco.

A esta sociedad le encanta el narco porque representa el PODER ilimitado. La Silla convertida en Chevy.

El narco “desafía” al gobierno. Como todos odiamos al gobierno, la narcocultura, de inmediato, tiene millones de fans.

Pero —he aquí la clave de la narcocultura— aunque el narco parezca oponerse al gobierno, en realidad, lo subsidia. La narcocultura es la fórmula perfecta para adorar al autoritarismo. Los narcos y los padrecitos son símbolos de lo mismo: el patriarcado.

Los sacerdotes católicos son pervertidos. Por eso la gente puntualmente besa sus manos.

Lo mismo sucede con los narcos. Los adoramos porque sintetizan todas nuestras contradicciones. A la vez querer ser santos y criminales, héroes y culeros.

Ciudadanos, periodistas, funcionarios, empresarios, creemos que nos oponemos al gobierno cuando, en verdad, somos su garrote.

“El problema del narco envuelve a millones. ¿Cómo dominarlos? En cuanto a los capos, encerrados, muertos o extraditados, sus reemplazos ya andan por ahí”, dice (estilizado por Proceso) “El Mayo” Zambada.

Los periodistas —como los escritores o artistas— deben traspasar límites morales establecidos. Gracias a ellos debatimos los extremos sociales. Pero, vamos hablando claro, Scherer casi le pide un autógrafo al “Mayo”, dios-sol.

“La conversación llega a su fin. Zambada, de pie, camina bajo la plenitud del sol y nuevamente me sorprende”. “El Mayo” lo invita al Photo-Op: “¿Nos tomamos una foto?”

Scherer, literalmente caliente, comenta: “Sentí un calor interno, absolutamente explicable. La foto probaba la veracidad del encuentro con el capo”.

Según Lacan, el falo representa al poder. En México, el falo hoy lo simbolizan los narcos, poderosos, cabronsotes, ¡Chingones!

Para decirlo con frases que aquí todos comprendemos —desde mi abuelita hasta Scherer— esta cultura está enculada con el narco. A México ya se lo cargó la chingada.

viernes, 9 de abril de 2010

La Virgen



(Finalmente, recibe mencion el cuento sin título de Gerardo Esparza. lashistorias.com.mx)

Milenios después, cuando el mundo se había transformado, ella regresó. Envuelta ahora en el velo amarillo del arcángel Gabriel era la portadora de las buenas nuevas. Ya no habría Mesías porque la última reencarnación terminó en escarnio público en un cerro de Iztapalapa. Ella no volvería a someterse a las dudas sobre su virginidad, sobre lo imposible de parir seres divinos de forma impoluta, pulcra, sin mancha. Estaba cansada de ser multiplicada en formas absurdas, retratos multicolores, secuestrada por seres vestidos con casullas.
Jamás recorrería Oriente medio a lomos de un burro. En tiempos de Jihads y marines eso ya es muy riesgoso.
No habría pues una nueva venida del Salvador.
Volvió solo para dejar claro que las plagas divinas ya se habían esparcido sobre la sucursal del paraíso que menos utilidades en forma de oración redituaba. A eso volvió, solo a eso.

Gerardo Esparza

Mar adentro

Mar adentro,
mar adentro.

Y en la ingravidez del fondo
donde se cumplen los sueños
se juntan dos voluntades
para cumplir un deseo.

Un beso enciende la vida
con un relámpago y un trueno
y en una metamorfosis
mi cuerpo no es ya mi cuerpo,
es como penetrar al centro del universo.

El abrazo más pueril
y el más puro de los besos
hasta vernos reducidos
en un único deseo.

Tu mirada y mi mirada
como un eco repitiendo, sin palabras
'más adentro', 'más adentro'
hasta el más allá del todo
por la sangre y por los huesos.

Pero me despierto siempre
y siempre quiero estar muerto,
para seguir con mi boca
enredada en tus cabellos.

Ramón Sanpedro

jueves, 8 de abril de 2010

miércoles, 7 de abril de 2010

De Shaggy para el Señor Júpiter

No se meta demasiado a clases. No si quiere escribir.
Aléjese de la macana de los grandes auditorios, de la lengua de los reflectores, del snooze de la cátedra.
No hay nuevos talentos, hay, en todo caso, ganas de coger con mujeres asimétricas, de tomar cerveza y de comer en un país distinto cada semana.
EL orden no es tan necesario como decía Flag's.
Aquí se desconoce la amistad por falta de discernimiento.
Se corta el cordón umbilical.
Aquí es cuando se fractura el período inflexible.
Se pulsa el arco y no pasa nada.

La mejor línea florea en la superficie de la décima hoja de apuntes.
En una octava de sudor el impulso homicida...
Y como un extraño regalo del sueño la noche.


No estamos muertos!
Nuestra orina aún gotea de la orilla de los mingitorios de la universidad, los escritorios siguen con las costras blancas como pruebas de semanas y semanas de parranda y compañeras y maestras atestadas de maldad y brasas.
El hígado va perdiendo días, grados, como nuestra memoria.

Pero no la lucidez mental, ni el albur, ni la vitalidad de la risa.

Aunque sepamos que no es por poco tiempo.
Y que la vida, como decía Bolaño, no es tan corta como se piensa.


NB. En vez de rap me salió puro trash ca'
Cuídese. Ahí andamos.

De Scherer, Zambada y Kapuscinsky: Por Fernández Menéndez

“Si el diablo me ofrece una entrevista, voy a los infiernos…” se puede leer en el último número de Proceso como una suerte de justificación de la entrevista que le hace don Julio Scherer a Ismael el Mayo Zambada. Para buscar una entrevista quizás sí haya que descender hasta los infiernos, pero no sé si hay que hacerlo cada vez que alguien la ofrece. Y dudo que en esta ocasión se haya tenido que llegar tan bajo. Scherer no tiene nada que demostrar luego de su larga carrera en este oficio, es parte de la historia del periodismo nacional, pero en esta labor no puede haber intocables. En lo personal, con toda la admiración que siento por su trabajo, me dio pena ajena verlo en la portada de Proceso, abrazado por el Mayo Zambada, y más pena me dio comprobar que publicara una pieza periodística tan fallida, que la entrevista no fuera tal, que se limitara a una suerte de recreación literaria de un diálogo con el narcotraficante en donde don Julio dejó constancias de las preocupaciones existenciales de éste.

El debate no es si se debe entrevistar o no al diablo o a un narcotraficante, el punto es saber cuál es el objetivo periodístico, para qué es la entrevista, qué se pregunta. Y lo que hemos podido leer este domingo se convierte en una suerte de operación de relaciones pública de un capo del narcotráfico, que se duele de que el ejército destroce puertas cuando lo está buscando o que tiene miedo a la muerte, pero que no dice una palabra (porque no se le pregunta) sobre las miles de muertes que él, directa o indirectamente, ha provocado, y que termina legitimándose al presentarse abrazando a un respetado periodista, que va a buscarlo a dónde él quiere y que no duda en colocar en su texto los elogios que el capo hace de su trabajo, pero no le pregunta ni una vez sobre los enormes daños que ese personaje ha infligido a la sociedad.

Porque allí radica el mayor problema de la entrevista con Zambada. Este cumplió todos sus objetivos; el periodista, salvo tomarse la foto con el narcotraficante, ninguno. Según cifras oficiales, en esta lucha brutal contra el narcotráfico, pero sobre todo como consecuencia directa de los enfrentamientos entre los propios cárteles, hay 29 muertos diarios: uno por día. Seguramente es bueno saber que Zambada tiene una esposa y cinco mujeres, quince nietos y que llora la detención de su hijo, pero ¿no le hubiera preguntado usted qué siente un hombre que está en medio de una batalla tan cruenta, qué se siente cuando se tiene que ordenar la muerte de un adversario, o qué sabe él de esa batalla?

Dice Zambada que nunca se le ocurriría ordenar un atentado contra el presidente, puede ser verdad, pero no le preguntaría usted porqué se ordenó la muerte de tantos oficiales del ejército o de la policía. En el mismo ejemplar de Proceso en el que se encuentra la entrevista con Zambada, hay un amplio reportaje sobre la masacre de jóvenes en Pueblo Nuevo, en el triángulo dorado, en donde operan y tienen un amplio control territorial el Chapo Guzmán y Zambada, ¿no le preguntaría usted porqué tuvieron que morir esos jóvenes que simplemente iban a recoger sus becas de Oportunidades?

A ambos lados de la frontera han muerto por el consumo de drogas, o sus vidas se han visto arruinadas por ellas, millones de jóvenes. Dice Scherer que Zambada le lleva ventaja al gobierno por cuarenta años de experiencia como narcotraficante. Puede ser, pero no le preguntaría usted qué se siente al haber sido, durante cuatro décadas, uno de los promotores directos de esa verdadera tragedia social. ¿O alguien puede creer que es lo mismo vender drogas que jitomates?

Scherer ha sido uno de los periodistas que siempre ha dicho que este oficio conlleva una responsabilidad social. ¿En qué se reflejó eso en esta entrevista?

En la polémica que se generó respecto a la reciente biografía de Kapuscinsky, mucho se habló de la forma en que en su trabajo recreaba con formas literarias pasajes periodísticos de los que no había sido testigo. Se dijo, incluso, que se debería crear una nueva sección en las librerías, intermedia entre la ficción y la no ficción para los libros del notable autor polaco. Al leer el texto de don Julio con Zambada, la larguísima entrada para justificar la entrevista y su desapego por la vida pese al peligro (¿qué peligro si Zambada había hecho la invitación?), cuando en la entrevista se lee a Zambada hablar como una suerte de sociólogo del monte, con un lenguaje que no se adivina como suyo, no pude menos que recordar aquel debate. Y comprender que don Julio en esta ocasión no hizo periodismo, sino una extraña clase de ficción, muy lejana de su propia capacidad e historia.

[[poema_de_los_dones.borges.tryno_maldonado.huiqui]]

Que nobody, vato loko, rebaje to tears or reproche
This declaration de la maestría
De God, que con magnificent ironía
Me dio at the same time those fuckin’ books y la noche.

De this city de libros hizo dueños
A unos oclayos without light, que sólo pueden
Guachar en las libraries de los sueños
Los wirdos paragraphs que ceden

Las dawns a su afán. In vain el día
Lavishes to them sus bukos infinitos,
Hardos como los hardos manuscritos
Que perished in Alexandria.

De hunger y de thirst (narratea una short-story griega)
Se qüitea un king entre fountanas y gardenes;
Yo mal-tripeo sin course los confines
De that alta y deepa biblioteca ciega.

Enciclopedias, atlas, the Oriente
And the Occidente, centuries, dinastías,
Symbols, cosmos and cosmogonías
Brindan los walls, but inútilmente.

Slow in my sombra, homie, la darkness hueca
Chequeo con el walking-stick indeciso,
Yo, que me tripeaba el damn Paradaise
Under the species de una biblioteca.

Something, que certanly no se nombra
Con la worda azar, rige these cosas; Otro ya recibió en otras borrosas
Evenings los lotso bukos y la sombra.

Wolkeando por las lentas galerías
I uso feel con vago horror sagrado
That I’m el other, el dead, ese, que habrá dado
Los same steps en los same días.

¿Cuál de los dos vatos está writeando este poema
De un yo plural y de only one sombra?
¿Does it matters la palabra que me nombra
Si es undivided and one the anatema?

El morro Groussac o el compa Borges, miro este querido
Mundo que se deformea y que se apaga
In a pale ceniza vaga
Que se guacha como el sueño y el oblivion.

Tryno Maldonado

Manifiesto de la Literatura Huiqui

Manifiesto de la Literatura Huiqui

Versión 3.1
I. Axiomas Huiqui:

1.
Toda lectura es escritura: todo lector, un escritor.
2.
Los derechos de escritor terminan en el punto inicial de la lectura. A partir de este punto, sólo existen los derechos de lector.
3.
El primer derecho de lector consiste en despojar al escritor de su texto para reescribirlo. Llamaremos a este acto huiquificación, al conjunto de sus producciones literatura huiqui y al derechohabiente, huiqritor.
4.
El segundo derecho de lector consiste en publicar la referida huiquificación de manera inmediata, tantas veces y en tantas versiones como el derechohabiente considere necesario.
5.
El papel del Internet es el papel natural de la literatura huiqui.

II. Corolarios derivados de los anteriores axiomas:

*
No hay mala literatura, sólo malas versiones esperando un huicritor.
*
La literatura no se crea ni se destruye, sólo se huiquifica.
*
La vanidad pierde al hombre en general y al escritor en particular. La literatura huiqui es un instrumento para acabar con la vanidad, si no del hombre, del escritor.
*
El Quijote es el único texto no huiquificable. Por extensión, el texto en donde Borges huiquifica el Quijote, tampoco lo es.
*
Este manifiesto tiene la modesta pretensión de cambiar para siempre la historia de la literatura (huiqui).
*
Salvo los textos citados en la cláusula a), todo texto es huiquificable, incluido el presente manifiesto.
*
Muchos años después, frente al pelotón de huiquilamiento, el dinosaurio recordó el día en que seguía ahí.

III. Movimientos de la literatura huiqui:

*
Huiquihomenaje: El huiqritor ante la obra de un gran escritor.

*
Huiquisalvamento: El huiqritor ante la maniobra de Isabel Allende.

*
Hara-wiki: El huiqritor antes sus sobras completas.

IV. Procedimientos de la literatura huiqui:

1.
Antes de comenzar, conjugue: yo huiquifico, tú huiquificas, él huiquifica, nosotros huiquificamos, ustedes y ellos huiquifican. Vosotros (esperamos) huiquificaréis también.
2.
Instrucciones para huiquificar:
*
Localice un texto.
*
Exprópielo aplicando el siguiente epitafio:

Con el poder que me confieren
los derechos de lector
expropio este texto
de las manos de su autor
para entregarlo al árbol
de la literatura huiqui.

*
Huiquifíquelo siguiendo alguno de los tres movimientos de la literatura huiqui.
*
Bautícelo según la siguiente convención:

título_original.escritor_despojado.wikritor_1.wikritor_2...wikritor_n.wiki
(ejemplo: don_quijote.pierre_menard.borges.huiqui)

*
Publíquelo de inmediato en www.literaturawiki.org
*
Destape una cerveza, es usted un huiqritor.

1.
Para un primer acercamiento a la literatura huiqui, pronuncie continuadamente la palabra kiwi diez veces (de preferencia sin respirar).

“Gutemberg agoniza”

Oswaldo Zavala, Miguel Tapia Alcaraz, Jorge Harmodio, Marcos Eymar

El Cuadrante de Caborca, abril del 2007.

Ni Madres

martes, 6 de abril de 2010

Edmé García Espinoza

Ansió tener la espina en los puños;
clavarla en un lugar de tantos posibles
para antes de hacerlo, rasguñar mi propia mano
hasta leer: Flor de luna.

Y como la tinta roja estará delgada,
llegará alguien preocupado a exprimir un limón
para que la herida cicatrice mientras la flor se abre,
infectada si se abre… infectada la flor.

Y en la noche; cuando el árbol apeste la noche,
Alguien mirará la luna como si fuera todo ojos,
nacerán las heridas como si todo fuera amor,
yo sorberé la sangre aguada de mi mano...

…y se que nadie notará la flor; de luna no de limón.

lunes, 5 de abril de 2010

El Otro

“EL OTRO es un país.
El otro es un signo de interrogación sin fondo que produce vértigo. Una fotografía nueva para ser descubierta con otra mirada. Aprender a ver el mapa del otro. Refinar la mirada; ajustar el peso de la mirada. Los espejos no son abominables, sino los ojos. Lo que tus ojos ven puede matarte. El otro te mira y te espera desde el hielo y el azogue. El otro espera en el país de la muerte.

Los ojos dividen, categorizan, separan. Los ojos multiplican. My divided eye. My divided I. La luz de vela a punto de extinguirse que borrará mi rostro del espejo. La ligereza helada de luz. Para descubrirte me tengo que volver ligero como la luz. Refiltrar la mirada. No seas mi espejo. Tengo que quedarme sordo y tengo que quedarme ciego para comenzar a entender. Para comenzar a despojarme de ti. Perderé la vista en la isla de los mil y un espejos. Viajaré al otro.

Viajaré al otro como si ese otro no fuese una tierra prometida, sino simplemente una tierra más entre las muchas del planeta. No quiero encallar en la isla de los espejos abominables. No quiero el espejismo de una realidad fácil, predecible. Prefiero la certeza de saber que en primer lugar esta la duda, y después todo lo que resta es producto del tamaño del engaño y la credulidad. Caminaré con pies descalzos sobre la duda. No brasa ni el hielo. No la arena candente de un desierto improbable; no la quemazón de una Antártida del fin del tiempo en la planta de los pies. Yo soy el otro. Soy letra. Soy signo.

Arribaré a la otra costa de mi ser cruzando a tientas el territorio desconocido de mi piel. Saltaré para salir, escapar de mi piel. Saltaré desde el puente de oro de mis dudas hasta el fondo de la nada. El salto me conducirá a mi propia tierra incógnita.”

Juvenal Acosta “Terciopelo Violento”

jueves, 1 de abril de 2010

Viernes Santo

Eloi, Eloi, ¿lama sabactani?

Son casi las tres de la tarde, los crucificados están a punto de desfallecer bajo el encapotado cielo; la gente sigue viendo este espectáculo romano con varia interpretación y mucha sed de sangre. En el Gólgota todo es burla, gritos y pasiones desbordadas.

Comienzan a llegar rumores del suicidio de Judas, alguien dice haberlo visto arrojando monedas al vació, otros hablan de que se fugo con el dinero recibido a una isla del Caribe, alguien que no tiene ni idea de lo que pasa dice que lo invirtió en hipotecas y UDI’s.

A Jesucristo le han gritado aún antes de subirlo a la cruz, le exigen que se desclave, que salve a los crucificados junto con él, y éste, en un gesto que mas bien parece el nacimiento de la ironía le asegura a Dimas que estará con él en el paraíso al morir (o quizá sea el origen del premio a la resignación).

El cielo comenzó a nublarse hace ya tres horas (a la hora sexta, siendo ya la hora nona; el jet lag no permite que me adapte adecuadamente a este horario extraño) mientras comienzan a llegar los avisos de que el templo comenzaba a cuartearse; los contratistas de gobierno se frotan las manos y a salivar como perros de presa, a su vez los funcionarios que años atrás aprobaron la construcción del templo sin los permisos adecuados intentan preparar sus maletas para evadir una sanción de tipo penal.

Se oye nuevamente la voz de Jesucristo rugir llena de desesperación; parece que se ha dado cuenta de que su Padre (Elías me traducen por aquí) ya no va a venir a regañar a los malos que lo crucificaron, ni a reconfortarlo en esta hora donde todo pinta oscuro y presagia tormenta (me pregunto: ¿donde esta el abogado defensor que permitió llegar a estos extremos? la pena de muerte parece justificable pero no al nivel del martirio) vuelven los rumores absurdos de santos ya muertos que salen de sus tumbas y regresan a la santa ciudad (lo que demuestra el nivel de imaginación de este pueblo).

La tierra comienza a temblar y maldigo al agente de viajes que me recomendó venir a Jerusalén en esta época del año; la gente corre y yo me quedo parado bajo la cruz del Nazareno esperando aun con esperanza que baje y se salve; el centurión y los demás guardias que acompañan la cruz están impávidos viendo este espectáculo, juran que esto es obra de Jesús muerto para probar que si era hijo de Dios (es decir; que permitió que lo jodieran solo para mostrar que estaban en un error; eso es orgullo y no insignificancias)

Jesús; según mi poca experiencia en rigor mortis falleció hace algún rato ya, no ha resucitado, ni lo hará según parece; el humano hijo de Dios al que asesinaron los humanos (el barbarismo aquí pudiera ser omitido, pero no quedaría clara la intención) no se salvó de la muerte sin recompensa futura; solo fue muerto en la cruz en un juicio sumario e inconsistente; para 2 milenios después agenciarle nuestra absurda espera de ganarnos el cielo.

Gerardo Esparza