El Ingenio
jueves, 20 de mayo de 2010
Calor
El calor reptaba sobre su cuerpo, cercaba cada poro. La saliva comenzó escurrir entre sus fauces, los ladridos cada vez mas fuertes, mas violentos. Harto. Acalorado. Lo miró por última vez. Se abalanzó rabioso contra él.
Gerardo Esparza
Entrada más reciente
Entrada antigua
Inicio