viernes, 13 de agosto de 2010

La boca masoquista

La boca es adicta a sentir explosiones en su cielo , el sabor que inunda y arde entre las comisuras de los labios y las capas del paladar es doloroso, erosionante, largamente conocido, largamente deseado. Un sabor que ha estado allí desde el inicio del lenguaje, desde el inicio del deseo. El sabor del apetito, el sabor sin máscaras que acribilla la lengua e inunda la saliva. El sabor de un país, de una mujer, de una adicción. El sabor que si tuviera una metáfora sería la sensación de alfileres o espinas cercando el interior de la bóveda bucal.

Sayak Valencia Triana